Para el caso de una membrana fosfolipídica pura, la velocidad de difusión de una sustancia depende de su:
- gradiente de concentración,
- hidrofobicidad,
- tamaño,
- carga, si la molécula posee carga neta.
- a mayor gradiente de concentración, mayor velocidad de difusión,
- a mayor hidrofobicidad, esto es, mayor coeficiente de partición, mayor solubilidad en lípido y por tanto mayor velocidad de difusión,
- a mayor tamaño, menor velocidad de difusión.
Bajo el mismo principio termodinámico que en el caso de la difusión simple, es decir, que el soluto a transportar lo hace a favor de gradiente, la difusión facilitada opera de modo similar, pero está facilitada por la existencia de proteínas canal, que son las que facilitan el transporte de, en este caso, agua o algunos iones y moléculas hidrófilas. Estas proteínas integrales de membrana conforman estructuras en forma de poro inmersas en la bicapa, que dejan un canal interno hidrofílico que permite el paso de moléculas altamente lipófobas como las mencionadas anteriormente. La apertura de este canal interno puede ser constitutiva, es decir, continua y desregulada, en los canales no regulados, o bien puede requerir una señal que medie su apertura o cierre: es el caso de los canales regulados.
Referencias
Mckee. Bioquimica. La base molecular de la vida. 2003
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